miércoles, 8 de septiembre de 2010

la mitad de mi

Una vuelta conocí una pava silbadora que no silbaba. Aparentemente había entristecido después de un tremendo desamor, en un rush con el cucharon de madera del segundo cajón de la cajonera de la cocina. Se fue de casa en la valija de mi concubina de aquellos días, con la mitad de mis otras cosas. Incluyendo a mi.