jueves, 15 de julio de 2010

AGUA – CIUDAD

CULTURAL AGUA

“Y tú, Tierra, Oh Tierra desesperadamente húmeda, no eres más que aparente moho. Y tu agua, en vapor o líquida, maniobrada por un astro de fuego lejano, te aporta todo, la alegría o la melancolía, la abundancia o la miseria. “Le Corbusier, Précissions sur un état présent de l’architecture et de l’urbanisme.

Ya sabemos que no habitamos el mar, como sí lo hicieran los vikingos, los yámanas y tantos otros pueblos. La ciudad de Buenos Aires fue fundada sobre la pampa ondulada. En un principio, Ríos y arroyos condicionaron su desarrollo urbano. A su vez, las bajas pendientes pampeanas, el aporte de sedimentos desde el frente del delta y las particularidades hidrodinámicas de la costa, demandaron importantes obras de ingeniería para la construcción de su puerto. Este frente costero fue ocupado simultáneamente por obras de infraestructura y actividades recreativas. Sus tres afluentes principales, el Riachuelo, el Reconquista y el Lujan sumados a una infinidad de arroyos menores, conforman la red hidrográfica alimentada por lluvias, que avanzan sobre tierras bajas, creando bañados y tierras inundables.

“El curso de estos ríos, en estas tierras que no tienen límites y son completamente llanas, desarrolla apaciblemente la implacable consecuencia de la física; es la ley de la línea de mayor pendiente y después, si todo se hace llano, es el teorema conmovedor del meandro.”Le Corbusier .

Antes de la intervención del hombre, los bordes costeros eran modificados en forma continua mediante los procesos de erosión y el depósito de materiales. La dinámica natural del Río de la Plata depende de las condiciones geológicas, climáticas e hidrológicas. La Franja Costera, además de interface entre la ciudad y el río, ha sido el lugar de encuentros y desencuentros entre las distintas actividades y expectativas sociales. La mayor parte de estos ríos del territorio que ocupa la ciudad de Buenos Aires se encuentran muy modificados. El sistema de drenaje original, compuesto por los arroyos que atravesaban la planicie ha sido totalmente sustituido por los emisarios y conductos secundarios entubados, enterrados y tapados. Aun es posible reconocer su trazado original en las calles que son diagonales o zigzagueantes o que tienen bulevares y se apartan del diseño de damero característico de la ciudad o en ciertos desniveles topográficos. Las orillas del Rio Matanza Riachuelo también fueron escenario de distintos encontronazos entre la ciudad y el agua. Lo que parecía un comienzo auspicioso en la relación, con la apertura del puerto en Barracas pronto se torno en la primera degradación de las aguas del riachuelo. Sin dudas este primer acercamiento, condiciono el dialogo futuro. Desde entonces, las aguas del riachuelo son la historia vivida de una relación despareja. Se ha configurado como el basural de la Ciudad de Buenos Aires durante la historia de la misma. Esta situación, más que acercar aleja, al hombre y al agua. Y son solo los excluidos de la sociedad, quienes se ocupan de entablar un primario dialogo con estas aguas. Desde siempre el elemento agua silenciosamente ofreció su flujo purificador, e incansable. Mientras el hombre lo aprovecho en su propio beneficio, tomando de este todo lo que necesitaba sin siquiera reparar en ofrecer algo a cambio. Por estos días se ven los primeros intentos para devolver al agua un poco de lo tanto que nos brindo durante tanto tiempo. Las primeras tareas para lograr el saneamiento del Riachuelo ya están en marcha. Sin embargo, los paradigmas de acción no han cambiado. Lejos estamos de adoptar una actitud de simbiosis y equilibrio con el medio, simplemente estamos saneando porque nos afecta negativamente, porque perjudica nuestra vida. Estas circunstancias se presentan como una oportunidad para cambiar los paradigmas de acción. Aprovechar las tareas de saneamiento, control de inundaciones, necesidad de espacios verdes en la ciudad, apoyando la unidad del elemento acuático, entendiendo el principio que funda sus propias leyes internas y proponiendo nuevas modos de habitar la ciudad, en concordancia con la unidad de paisaje agua.

“Y en esta fuente de incertidumbres, gracias al agua, todo se esclarece: la arena, el fango, las aguas tranquilas, las aguas corrientes, las aguas subyacentes.”Le Corbusier.

CULTURAL TIERRA (conquistada)

La doble fundación de Buenos Aires representa un acto de violencia occidental sobre el indómito paisaje del nuevo mundo. Aun no entendemos porque Pedro de Mendoza queda retratado en los anales de la historia, si fue el avanzado don Juan de Garay quien finalmente logra abrir las puertas y establecer las bases, para iniciar la conquista de las “incontables” riquezas del rio de plata. El “nuevo mundo” era más bien antiquísimo, pero no fue tarea de los nuevos ocupantes de América tratar de amalgamar con las culturas preexistentes. Más bien cargaron con ellas, aunque fuese simplemente en la suela de sus botas.

Extracto de “Cantata del adelantado Don Rodrigo Diaz de Carreras” Les Luthiers[Nativos:] ¡Nos descubrieron, por fin nos descubrieron! [Don Rodrigo:] Y en convite conocimos sus tolderías. [Nativos:] Pasen y vean qué lindas tolderías. [Don Rodrigo:] Al conocer sus tesoros despertó mi idea fija, y al final cambiamos oro por baratijas. [Relator:] ¡Oro por baratijas, qué abuso, qué trueque tan desigual! Después del canje, don Rodrigo guardó en un enorme cofre lo que había obtenido: montañas... de baratijas. [Don Rodrigo:] ¡Tramposos, aprovechadores! ¡Devolved el oro! [Nativos:] ¡Minga, minga!

No todo fue tan drástico, existen algunos contados casos de mezcla cultural que pueden ser rescatados, quizás algunos intentos de los curas jesuitas sean los más loables. Por lo menos hicieron el intento, nunca sabremos que hubiera sido si los hubieran dejado. Tampoco vamos a hacer una vindicación de ellos aquí, traían consigo en el baúl una religión harto controvertida. Una de sus máximas dice algo así como, que el hombre debe gobernar la naturaleza y que puede hacer con ella lo que le plazca siempre y cuando no peque. Claramente distante a una relación en simbiosis con el medio natural. Que si bien, se presenta como un sustrato para extraer todo lo necesario, debía ser conquistado.

Por estos pagos, poco sobrevive de aquellos pueblos originarios. Si no fueron los Incas y los Aztecas rivales dignos, de esta cultura que dominaba más la pólvora que la diplomacia, que lo iban a ser los Querandíes, un pueblo nómada, cazador y recolector. El horizonte colono se ampliaba con fuertes. Pequeños reductos culturalizantes. Una vez montados sobre el paisaje, tenían un grado de influencia amplísimo sobre el territorio. De la mano de estos emplazamientos, pequeñas nuevas Europas, venían ciudades planificadas con ideales occidentales. Una plaza orientada, la plaza de armas. Rodeada de la iglesia, el banco y demás instituciones necesarias para este tipo de ciudades. De la plaza se desplegaba un escenario regular cuadrilineo que instituía y se apoderaba del paisaje, sin importar cual fuere.

El distrito federal, creado en 1880 para dirimir las disputas entre unitarios y federales, es lo que hoy ha devenido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sede de las autoridades nacionales y de los principales centros de equipamiento público y privado. Tiene una superficie de aproximadamente 200 Km² y el número de residentes se mantiene estable, desde mediados del siglo XX, en aproximadamente 3.000.000 de habitantes. Rodeando a la CBA, se extienden los partidos de la Provincia de Buenos Aires con una superficie de aproximadamente 3.600 Km² y una población cercana a los 9.000.000 de habitantes. Sus actuales centros urbanos fueron localidades autónomas, paulatinamente incorporadas a la aglomeración por la expansión de la ciudad principal. La continuidad urbana de ambas jurisdicciones conforma la metrópolis denominada Área Metropolitana de Buenos Aires. El crecimiento de Buenos Aires, mucho más holgado hacia la pampa por la disponibilidad de territorio, y restringido hacia el agua por la presencia del Río de la Plata, constituye la matriz de crecimiento en el sentido Este – Oeste, Centro - Sur, Centro - Norte. En forma estrellada y concéntrica. Este tipo de expansión, ligado al desarrollo social, económico y cultural representado por sus formas, objetos, costumbres y usos, es lo que se denomina dinámica urbana.

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