lunes, 31 de enero de 2011

baliero_ proyectar la luz

Un lugar con ventanas a dos o tres orientaciones adquiere un valor que no lo da una sola ventana, ni una sola orientación. Permite descubrir las cambiantes calidades de la luz, y los diferentes modos de ver.Cuando el sol declina al oeste, hay una fuerte luminosidad en la tarde, con relación al brillo del exterior, adentro hay penumbra. En ese momento, una abertura hacia el oeste o hacia el norte, aún cuando fuese pequeña, captura cierta calidad de luz que crea en el interior una luminosidad equivalente al resplandor externo, alejando la sensación de atardecer frío. Una enorme vidriera al este, en cambio, con su claridad sin sol, hará esa hora más tenue y el interior más destemplado. En realidad, lo que estoy diciendo es como mezclar pintura. Que entre un rayo de sol, y a esa luz, le agrego calidad. Como una receta de Doña Petrona.Pensemos en la pampa, en una casa totalmente vidriada junto a un eucaliptus. Su habitante va del dormitorio al living, del comedor al toilette, viendo del mismo modo, siempre, el mismo eucaliptus. Pensemos ahora, que la casa es otra. Hay un lugar de luz más tenue, en la penumbra un vidrio fijo muestra el eucaliptus. Todo es distinto, se convirtió en un eucaliptus magnífico. Te das cuenta?Es que el cristal es una materia, que se percibe, y se siente como cualquier otra materia. Como es un material, depende cómo está enmarcado, cómo está dividido por la carpintería, para que realmente se convierta en un plano. Pero siempre debe ser considerado un material, como si fuera mampostería. Que da reflejos, transparencias, en ciertos casos será traslúcido. Depende de la sensibilidad de quien lo hace.

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