sábado, 1 de enero de 2011

no mas "enter" quel`press enter ... 2011

Me encuentro cavilando frente al teclado hace unos minutos. Con la mente en cualquier cosa y sin saber que gritar, recorro con la mirada la serie “shift”, “control”, “alt”. La barra espaciadora me lleva un poco más. Es cierto que ostenta un largor interesante y no es tan fácil de apreciar en su totalidad, pero de no haber sido porque en medio se cruzaron esos cuentos borgeanos sobre el tiempo, con esos otros escritos japoneses sobre vacío, no me hubiera entretenido tanto.
"Alt" y un código de números al azar me ofrecen sorpresas inusitadas. Lo que realmente me impresiona, es lo impredecible que se puede tornar el hecho. Signos y figuras extrañas aparecen cada vez. Camino por la antigua Grecia tapado de alfas, sigmas y omegas, derepente Paris y yo tratando de ser cordial en la Rue de Morge, comienzo poniendo tildes como loco, todos al reves. Marca registrada, “splash” de una cachetada estoy en el mundo moderno. Arroba y “cabum!”, al fin en la realidad.
Si bien me recorre una sensación de desconfianza lo repito hasta el empacho. Creo que me insita un cierto morbo de ver que acontece con cada intento. “䄤” uff “☺”ahhh “ڂ” aggr… Un sistema que se altera y se multiplica en infinitas variantes de lo mismo. Un seña de la mano izquierda, que se multiplica exponencialmente con un guiño de la mano derecha. Pienso en cuantos signos aun el hombre no ha creado, cuanto conocimiento queda por acontecer y rellenar dentro las posibilidades que el primitivo sistema brinda.

Aterrado por tal incertidumbre trato de generar seguridad en un marco de certezas predecibles. Aprieto “enter” por fin.

Pres-s “ente-r” y bienvenido 2011. Celebremos una vuelta más a nuestro único Dios.
Feliz año nuevo!

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